Review: GUADAÑA 'Derdyaz' – The Fish Factory – 2014.

Una de las mayores sorpresas del heavy metal en español nos ha llegado en esta ocasión desde Cádiz, en la región de Andalucía, de la mano del quinteto Guadaña, una de las bandas que está dando bastante que hablar y de forma positiva en su tierra de origen, comenzando desde ahí una proyección que podría adquirir ribetes interesantes de alcanzar la suficiente fuerza de entrada entre las audiencias de latitudes extranjeras, especialmente las latinoamericanas, que por lo general es el principal foco en donde se esparcen las bandas provenientes desde la tierra peninsular. No exagero al decir que este trabajo es una de las apuestas más novedosas, complejas e interesantes que en el ámbito heavy metalero han aparecido desde esos lados (hace dos atrás creo que esto habría pasado desapercibido entre tantos otros lanzamientos de buena calidad que hubo en ese país, pero al parecer este año la aparición de nuevos nombres y discos ha estado algo silente y poco fértil), combinando con genialidad agresividad, complejidad, buenos arreglos, producción de lujo, una interpretación vocal de primer nivel, todo lo cual conlleva en su conjunto a estar frente a un trabajo enorme y soberbio.

La banda con este trabajo realiza su segunda entrega, sucediendo a “El Grito del Silencio” del 2012, el cual derrochaba un estilo más tradicional, sin embargo acá han querido hilar más fino proyectando un trabajo mucho más pulido en términos líricos e compositivos. En lo primero se han dado maña de explotar una historia conceptual de tres partes,  ambientada en un futuro imaginario en la que su protagonista Thays viaja hacia una urbe mucho más desarrollada y culta en relación a su aldea de origen, sin embargo en ella también podrá atestiguar los males que hoy en día aquejan a las grandes urbes (no lo fueramos a ignorar nosotros) con toda la mezquindad, egocentrismo exacerbado y vileza que el mundo actual apareja. Esto conllevará a que nuestro protagonista ya adulto termine por volver a su terruño junto a su prole a fin de que crezca en un ambiente más propicio. Algo que en cierto modo me suena hasta ya oído entre tantas historias que se oyen en el día a día por estos lados.

Musicalmente este álbum en primer lugar atrapa por el gran despliegue vocal tanto de Salvador Sánchez como de Gloria Romero (ambos provenientes de una banda llamada Huma con la cual alcanzaron a editar dos trabajos la pasada década), en la cual el primero alcanza unas cotas de agresividad increíbles como en ese imposible “Mas Allá” y la segunda por su registro algo más punzante pero igualmente rico en matices y escaladas rebosantes de poder (cuando ambos se juntan en ciertos pasajes el efecto es salvajamente apocalíptico). Por otra parte la forma en como acá combinan influencias que provienen tanto del heavy tradicional, del metal progresivo, del death metal melódico y el thrash son arena de otro costal, todo muy bien hilado y entramado con una labor impecable de parte del buen guitarrista Jacob García, al cual se suman dos músicos como el bajista Ramón Gaviño y el batero Pablo Casas que aportan una base rítmica más que contundente. “Deryaz I: La Partida” es el inicial corte con que tras unas bases electrónicas que nos recuerdan actuales combos como Masterplan o los desaparecidos Dreamaker atreviéndose con un tempo sosegado y elaborado con unos corales más brutales en la zona de estribillos. El siguiente “La Suerte” es una vuelta hacia los sonidos heavies más tradicionales en plan Judas Priest pero con un freno más preciosista y progresivo, con una interpretación descomunal por parte de esa tigresa que resulta ser Gloria Romero (muy aguerrida en sus subidas de tono) y también por Salvador que también pone de lo suyo con su registro algo más grave. En “Rencor” asoman unos arreglos más thrasheros y progresivos, con Gloria afilando su registro una vez más al máximo de posibilidades, y en donde nuevamente aparecen esas vocales de corte gutural que generan el contrapunto más oscuro para lo que despliegan los gaditanos.

Mucho más complejos, y a medio gas incursionan con un corte más hard rockero en su discurso base como es "Yo Soy la Ley" - aunque con un riff central bastante denso y pesado – sirviendo de antesala en la espera de un genial y potentísimo corte como es “Promesas Incumplidas”, con unas guitarras lacerantes de principio a fin y una sección de solos notable, muy afiladas notas más aún en las faenas vocales tanto de Gloria como de Salvador (incluso en la labor del batero Pablo Casas me dejan un cierto saborcillo a lo Fear Factory, en el uso y manejo de los dobles bombos, muy milimétricos y asesinos).

A continuación sigue la segunda parte de “Deryaz II: Adrenalina”, mucho más progresiva y ralentizada, dejando a continuación lo que para mí al menos es su gran estrella: “Mas Allá”, un tema que con ferocidad y mucho vértigo descarga una interpretación que se sale de la media de muchas otras vistas y escuchadas en los últimos años, me parece que acá Gloria incluso logra superar a su compañero con una performance de la puta madre, una fuerza descollante, lo que sumado a la natural garra de los riffs de este tema simplemente te quedas peinado para atrás ante tamaña impresión.

La balada “Algo por lo que luchar” pone una nota de calma y reflexión después los pasajes comentados
anteriormente, buen hacer denotan en todo caso en este tema, para seguir con otro derroche de heavy marca más clásica, aunque con quiebres más progresivos contrastan con un tema más power metal y a la usanza como el que te encontrarás en “Como Hermanos” recordando un cierto modo a bandas como Warlock o Hellion, fundamentalmente por la otra vez incansable Gloria Romero frente al micro y las técnicas guitarras de Jacob García. El final llega con la “Deryaz III: El Regreso”, tercera parte de la trilogía iniciada “Partida”, una vez más con una melodía central de corte progresiva y de lineamientos hard y heavy en donde Salvador reinvindica para así algo de protagonismo, dejando en claro que también es un muy buen vocalista y que junto a su compañera tienen todo un arsenal de recursos estilísticos (además de lo que buenamente hacen sus compañeros instrumentistas) que convierten este “Deryaz” es un excelente plato de fondo que degustar en esta casi última parte del 2014, un año que felizmente recordaremos por una serie de lanzamientos de buenísima calidad en muchos estilos y desde muchas latitudes. Más info y detalles en https://www.facebook.com/grupoguadana.

Texto: Miguel Ramirez.