Entrevista a SÔBER sobre 'E-L-E-G-Í-A'

La banda madrileña acaba de poner en la calle su último trabajo de estudio 'E-L-E-G-I-A'. Sôber siempre anda evolucionando en su sonido y ahora vuelven hacia esos primeros pasos de la banda, con un sonido más oscuro y pesado. Letras muy personales en las que su bajista y cantante, Carlos Escobedo, se muestra más personal.

Con motivo de este trabajo, hemos podido charlar con Carlos para repasar este álbum, esta vuelta de trabajo de estudio tras cinco años y adentrarnos en el aspecto lírico de los temas.

Tracklist:

01. Mi heroína
02. Elegía
03. Eclipse
04. Oasis
05. El día de la liberación
06. Verona
07. Máscara de hierro
08. La noche más larga
09. Seda y plomo
10. 9 musas
11. Eclipse (Versión piano y voz) (feat. La Bien Querida)

ENTREVISTA

5 años después de ‘Vulcano’, donde ha habido conciertos, mini descansos, más conciertos, ‘La sinfonía del Paradÿsso’ entre todo este tiempo, ¿era necesario un poco de respiro fuera del estudio de grabación?

Realmente cuando te metes en el tema de poder hacer un disco como ‘La sinfonía del Paradÿsso’, la idea es presentarlo luego en directo. Al fin y al cabo, cuando creíamos que iba a ser sólo un concierto en Madrid, fue la sorpresa que gustó, muchos promotores empezaron a llamarnos, la gente llenó los conciertos y se nos alargó el asunto.

Entrando con ‘Elegía’, de primeras me pareció muy importante el contenido de las letras. Es un disco con muchos mensajes, sentimientos, cada frase es una súplica, un consejo… ¿Es fruto de los últimos años toda esta oscuridad tanto el sonido como la letra?

Sí que tiene mucho de lo que dices, pero también he querido contar historias que he vivido en primera persona y temas que nos hagan motivarnos día a día para poder continuar. Cuando me pongo a escribir letras, al final escribes desde el fondo del corazón. De alguna forma, te desnudas y expresas lo que ves en ese momento. Se puede decir que esas letras son fruto de todo lo vivido. Creo que es el disco más personal donde me desnudo aún más con las letras. Incluso hay momentos que cuando escuchas la canción pienso que me he desnudado demasiado jajajaja.

Hay canciones como “La noche más larga” que es una noche entera sin dormir, dándole la vuelta a muchas historias y cambios en tu vida que deseas dar. “Verona” es una historia de amor, pero incomprendido. Vamos pasando por canciones que cada una tiene su personalidad e historia real.

Además, el sonido tiene la esencia pesada de vuestra etapa en Zero Records con ‘Morfología’ y ‘Synthesis’ que cimentó luego el mediático ‘Paradÿsso’.

Sí, por supuesto. Me recuerda más a esos discos que a un ‘Vulcano’. Además, he querido tanto en la producción como a la hora de componer, es buscar a esos Sôber de dónde veníamos, esas melodías que nos representan bastante. Esos toques más oscuros, a riffs más pesados y densos. Creo que a nivel de melodías sí se acerca a la época de ‘Synthesis’ aunque también hay canciones como más rockeras de esta última etapa.

Recordando aquellos tiempos, también la grabación tiene el nombre de Alberto Seara. ¿Cómo ha ido la grabación Flor (Alberto Seara)? Tras tantos años, ¿Cómo es la dupla Carlos Escobedo – Alberto Seara?

Tengo que decirte que empezó desde un EP que sacó Zero Records antes de ‘Morfología’ que se llamaba ‘Condenado’ con tres canciones. Eso ya lo grabó así que ya es uno más del grupo. Además, trabajamos muchas veces conjuntamente al estar en Cube. Él me entiende a la primera y yo a él también. Aquí, lo bueno es que ya empecé con la preproducción antes de entrar a producir con él. Cuando Flor tuvo el disco entre manos era cuando íbamos a entrar a grabar. Quería que nos diese esa otra visión cuando estaba casi terminado y el dé ese punto extra que se le podía sacar. Las maquetas están hechas por mí y el disco por él.

Dave Donnelly a la masterización igual que en ‘Vulcano’, que también ha trabajado en los últimos trabajos de Mägo de Oz y Celtian. ¿Qué aporta?

Está masterizando todo lo que estamos haciendo en Cube. Hemos pillado un gran punto con él. Tiene un Grammy, no digo más. Ha trabajado con infinidad de bandas de rock tanto antiguas como modernas. Es capaz de dar ese aspecto actual a cualquier álbum que buscamos en cualquiera de nuestros trabajos. Aunque las mezclas que salen ya de aquí están muy conseguidas, pero Dave le da ese color y pone todo en su sitio. Estamos encantados con él.

Hablando de los temas, obviamente tenemos que parar en “Elegía”. Tema central del álbum donde cantas “han pasado muchos años, pero tú recuerdo sigue intacto como la primera vez”. Además de que la melodía es otro camino a lo que hacéis con esos coros y el sentido más operístico.

Tengo que decir que es una canción donde el estribillo original tenía otro aspecto. Conforme se iba haciendo la canción, tenía la idea de un punto más bajo, más épica y coros que evocasen a ese “Requiem” de Mozart teniendo esa parte operística sin llegar a poseer esas orquestaciones reemplazándolas por las guitarras. Este tema se acerca un poco más a Ghost con ese dark metal más denso y luego el tema de la letra, la elegía es un canto al lamento, a la pérdida de alguien querido y quise hacer un homenaje a nuestros compañeros Alberto Madrid y Big Simon. Canción dedicada a ellos y a esos Sôber de donde venimos. La frase que comentas es algo tan real que, tras muchos años, aún me sigo acordando de ellos e incluso aquí, las baterías son parecidas al sonido de Alberto.

Tengo que decirte que con esto que dices, me gusta Sôber porque cada dos discos aproximadamente, siempre cambiáis el estilo poco a poco. Le dais una vuelta de tuerca a cada disco, aunque guste más o menos. Ese riesgo ya es de admirar.

Me alegra que digas esto porque no es algo que estemos buscando. Pasa el tiempo, te sugiere y motiva otro tipo de cosas y melodías. Al final, acabas haciendo lo que más te llama en ese momento y luego en el estudio sí que perfilas la producción. A la hora de componer no tengo ni idea del concepto y cuando aparecen esas 9 musas, dan rienda suelta a lo que luego sale. Nada está provocado anteriormente.

Antes has hablado de “Verona”. Creo que es necesaria. Tanto musicalmente, pero más incluso líricamente. Aunque en la canción se hable de una mujer y un hombre, también sirve para personas del mismo sexo. ¿Cómo te llegó la historia de esta relación imposible?

Como bien dices, tiene un trasfondo básico. Cuando me entero de la historia real de que dos personas no pudieron estar juntas y siempre han estado mirándose pero siempre muy a escondidas, reprimiendo ese amor… De alguna manera, me inspiró tanto que fue una de las canciones en las que la letra iba antes que la música. Es una canción sin ese estrofa-puente-estribillo y casi que el puente es casi el estribillo. Como has dicho, el amor prohibido de esta canción vale para personas del mismo sexo, diferentes edades, o de esas historias de amor que no llegaron ni llegan a culminar. Es lo más triste el tener un amor y no poder hacerlo correspondido públicamente.

Cuando Ruth Lorenzo estuvo con vosotros, pensé que estaría en el siguiente trabajo de estudio, pero ahora tenemos una voz totalmente diferente. Tenemos a Ana, La Bien Querida. Son de estas colaboraciones que la gente no se imagina, quizás por no abrir la mente un poco, pero resulta que el tema al piano de “Eclipse” es una maravilla. ¿Cómo vino todo?

Precisamente como has dicho, lo lógico era hablar con Ruth que, además, es encantadora. Nunca había hecho una colaboración en un disco y quería una que llamase la atención. Era raro elegir a La Bien Querida incluso para ella cuando se lo propuse. No entendía que su voz estuviera ligada a Sôber con esa voz suave y cuando le dije que quería su voz a un tema a piano con dos voces contestándose una a la otra… Al final, ha quedado majestuoso. Cuando ella vino al estudio me dijo que probaría y si no lo veíamos, pues se dejaba. Pero nada más poner el micro, empezó aquello a fluir y quedó muy bonito todo. Además, la letra que evoca al amor, al ser humano, esa contradicción diaria que tenemos todos en la cabeza…

Pues me da que este tema va a ser muy versionada en las típicas covers de YouTube y eso siendo un bonus track…

Yo también lo creo. Creo que a partir de este momento, ahora que ya tienen el disco disponible, se empiezan a destacar canciones y “Eclipse”, como canción, está cogiendo una dimensión mayor con la facilidad de tenerla con los Sôber y también con La Bien Querida en un aspecto más íntimo.

Me gustaría terminar de hablar de los temas con uno de mis preferidos junto a “Elegía” y esa versión al piano de “Eclipse”, pero hablo de “Seda y plomo”. Por momentos, tiene ese sonido Tool entre bajo y riff de guitarra que me enganchan. La letra está llena de rabia y furia.

Es la letra más desgarradora del disco. Creo que todos tenemos a alguien que nos ha defraudado en la vida y que al final está detrás de ti para aprovecharse. También tiene otra lectura como de uno mismo. Hay veces que dices que tú eres tu propio enemigo, quien te dices que no vales para esto, que no eres capaz de aquello… Somos nuestro peor enemigo. La canción tiene un trasfondo diverso y sí que es cierto, que a nivel de riff, de peso y parte central tiene mucha parte instrumental. Tiene muchas papeletas para entrar en el setlist para el directo.

Además, me gusta hablar siempre de las portadas. Las portadas de Sôber siempre han destacado por ser hipnóticas a primera vista. Algunas ya son clásicas como la de ‘Morfología’, el ‘Synthesis’ o ‘Paradÿsso’. Aquí el estilo ha cambiado y creo que el cuervo y esa elegía era obligatorio plasmarlo en la portada.

Esta portada llega porque todo el diseño y las ilustraciones las ha hecho mi hija. Pinta y hace acuarela. Cuando vi el concepto que tenía el álbum, se lo propuse y fue perfecto. Luego cuando vi el dibujo fue cuando le dije que también había que hacer todo el interior. Las letras, por ejemplo, están hechas a plumas. Están irregulares porque están escritas a mano por ella. Todo tiene una parte orgánica para que la persona que compre el disco y apueste por el formato, vea que todo lo de dentro es arte y también se disfruta. Cada canción tiene su dibujo y su historia. Por ejemplo, en el tema “El día de la liberación” que habla sobre el bullying, se nos ocurrió de hacer un caballo con el rollo impetuoso buscando la libertad y su lado salvaje. Que cada canción tenga su parte gráfica, es para intentar ayudar a imaginarte la letra a la vez que estás escuchando el disco.

El primer álbum de estudio con Dromedario Records. ¿Qué tiene el sello que está creciendo a pasos agigantados? ¿Es quizás porque Alen es músico y sabe cómo tratar a la gente como músico y mánager?

Es una compañía discográfica de músicos para músicos. Te puedo decir que he tenido la libertad total a la hora de hacer cualquier cosa. Cuando le llegué a Alen con el disco y la portada completa y lo bueno es que siempre te dice: “Y ahora, ¿Qué quieres hacer?”, y eso me gusta. Un artista como Robe o nosotros ya tenemos unos años en la música para poder decidir qué hacer. Es básico. Por ejemplo, Alen ha elegido los singles de adelanto con una visión muy buena de mercado. Al final venimos todos de sellos multinacionales que antes entendían la música así pero ya no, y Alen ha cogido el testigo que va trayendo poco a poco a los músicos que ve bien. Ahora toca el turno de hacer una gira apoyando el álbum y poder mostrarlo en directo de manera contundente.

Con vosotros siempre he tenido la sensación de que sois una banda muy querida, muy respetada (con lo que cuesta en España) y siempre con conciertos a la altura sin tener debacles sobre el escenario. Tras 25 años aproximadamente, ¿Cómo valoras la relación con el fan?

Pues nosotros encantados. El otro día en Madrid, no había hueco para un meet and greet porque con el tema del virus era imposible. Eso sí, queríamos hacer un par de pases aunque fuesen de lejos para los fans y familia Sôber, ya que en ese sentido, nos sentimos muy orgullosos del cariño diario, del apoyo y como dices, tenemos la obligación de estar a la altura en los conciertos. Imagina el público que hace 200 kilómetros para verte y no poder estar a la altura. Hemos tratado siempre de estar bien ya sea en un Rock in Rio para 8000 o 300 personas en una sala. No hemos querido perder nunca esa distancia y respeto.

Has hablado de hacer una gira contundente y demás, pero también está el tema de no quemar la banda volviendo al ritmo de vuestros inicios de discos cada dos años y mucha actividad. ¿Fue una de las cosas que decidisteis tras la pausa de hace unos 10 años?

Claro. Lo vamos haciendo casi todos los grupos a estas alturas porque cualquier ser humano necesita un descanso. Si te sobrecalientas, al final la relación se deteriora. Si esa relación se llena de estrés, cansancio, estar siempre juntos pues pasa lo que nos pasó en la época de ‘Reddo’, donde no descansábamos ni quince días. Vimos los errores y decir que había que aprender. Ahora hacemos conciertos los fines de semana, descansamos, tenemos nuestra vida personal con nuestra familia, y al final, también decides que es mucho mejor mirar a largo plazo que a corto. Puedes hacer 50 bolos en tres meses, pero, ¿para qué? Te das un palizón pero es mejor saber dónde estás y en qué ciudad tocas. Te hace perder la perspectiva. Ahora somos dueños de nuestra carrera y nos da la oportunidad de elegir qué hacer.

Y para terminar, echamos el ojo a los próximos meses que ya se ve luz. ¿Cómo tenéis las ideas para esta segunda parte del ‘21 y el ‘22?

Ahora para este verano están saliendo cosas puntuales como Vitoria y Murcia. También en Bayona y Alicante, las fiestas de Leganés, una fecha que saldrá en Toro pero la gira de presentación del disco donde nos movemos tan a gusto en salas empezará en febrero. Lo estamos planeando para volver también a la normalidad y poder disfrutar como antes. Estamos un poco inmersos en este punto de arranque y la preparación para ese 2022 para la gira del álbum.

Pues un placer Carlos charlar contigo y enhorabuena por este disco que pinta bien para el futuro de la banda tanto en estudio como directo.

Muchas gracias por las palabras y cuídate.