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Crónica: WACKEN 2022. Día 3 (6/08/22)

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SABADO 6 AGOSTO

El arranque del último día fue con HARDBONE banda de Hamburgo con un hard rock directo, utilizando los mínimos desarrollos instrumentales para sonar pegadizos continuamente haciéndonos recordar a AC/DC, con una mezcla del rock setentero hard rock ochentero. Abrieron con “Bang Gone The Mony” y ya todo fue desenfreno poniendo el foco principal en su cantante Tim Dammann, que se corona como estratega a la hora de saber conducir las sonoridades de guitarras sucias con estribillos marchosos que cautivan en todo momento. La embestida rockera no dejo de echar humo y cuando me quise dar cuenta el concierto ya había terminado. Me sentí como encantado por una serpiente. Pero en realidad no fue un concierto tan corto, sino dinámico y sin pérdidas de tiempo. Me puse a echar cuentas, y efectivamente, el final estuvo enfilado por pastillazos de rock and roll profusos al bailoteo, como “This Is Rock And Roll”, “Wild Nights”, “Young Blood”, “Neckbreaker”, “Botllemate” o “One Last Shot”

NEAERA con su metalcore bien facturado creado no muy lejos de allí, pues los chicos son de Münster, tuvieron en su cantante una performance continuad pues su iniciativa compaginando la forma de entonar con un toque agresivo, y al mismo tiempo de alentar al público me dejaron muy buen sabor de boca. Se les vio en su conjunto con mucho temple. A veces sucede que el foco de atención pareciera llevárselo uno sólo, como es el caso, pero la manera de conjugar el concierto al unísono aquí fui importante, aunque la gente se distrajera más en la atención del que portaba el micro, que por cierto estaba encantado con tirarse al público cada dos por tres para dejar que la gente incluso tonteara con el adhiriendo pegatinas en su cuerpo cuando hacía crosss urfing. Ya en alguna ocasión que tuve de verles tiempo atrás percibí algo parecido, pero no tan exagerado, y claro, lo que pasaba en esta ocasión, que desde que bajaba al público, lo paseaban, y volvía a llegar al centro del escenario teniendo que coger aire por esa actividad extra, pues la cosa se ralentizaba. Incluso hubo un momento que le pilló el toro al terminar el tema, y el andaba todavía flotando entre manos ajenas.

Me encantó tener delante a ANN WILSON y poder disfrutar de algunas de sus canciones en Heart, como “Magic Man”, “Even It Up”, “Crazy On You” y “Barracuda”. Toda una veterana manteniendo mejor su voz que la estabilidad física en directo, porque no sólo el viento que le soplaba de frente a veces le molestaba, también algo de cansancio sobre los pies tuvo que haber por el gusto con el que se sentaba bajo la tarima de la batería. La banda que le acompañaba hizo la mitad del show, dando sonoridad a las piezas clásicas propias y a las composiciones de otros, que también fueron abundantes. Y a nadie nos importó que nos metiera con su propio interpretación en temas de Led Zeppelin, The Who o Alice In chains, tocando “Rooster”, activándoseme al momento la participación conjunta que hicieron las hermanas Wilson  años atrás en directo acompañadas de los propios Alice In Chains y también Duff Mckagan y que quedara registrado en aquel disco llamado “Live In Atlantic City”. También fue una buena oportunidad para verla cantar sus propias composiciones editadas en solitario como “Greed” o “Black Wing”.

VOICE OF BACEPROT fue la manera de dar visibilidad por parte del festival al metal asiático femenino. Entre las composiciones de esta joven banda de Indonesia que llevan ya unos cuantos años en activo, hay un amplio abanico de estilos que de forma valiente ejecutan. Todo sonaba bien, con muchas reminiscencias, pues a ellas les gusta el funk, el hip hop, el grunge, y luego cömo no, fundido para la ocasión precisa con el metal, pero me resultó carente de algo de fuerza y por lo tanto esa originalidad ambigua a los pocos temas me terminó pareciendo bastante lineal. Ellas desde luego pusieron todo su esmero a lo largo de su actuación. Firdda Marsya Kurnia (voz y guitarra), Widi Rahmawati (bajo) y Euis Siti Aisyah (batería) por lo pronto han conseguido que nos fijemos en ellas por todo lo dicho anteriormente en esta primera toma de contacto. Ahora que ya tengo una referencia directa de su directo, espero poder volver a verlas en vivo en otra ocasión poniendo las cosas en la perspectiva de cada momento.

LIFE OF AGONY con Mina Caputo al frente de la banda y de la voz, salieron a comerse la tarde a horas intempestivas, pero dejando huella. Siempre ha sido referente en el metal alternativo, con más de dos décadas de existencia, pero desde que su cantante se cambió de sexo, también hay que decir que muchos curiosos se asoman a ver el do de pecho que presta en escena. Es inevitable que el morbo a veces prime en esta sociedad. De todos modos como la banda siempre ha estado dispuesta a mostrarse por su valía musical, sigue siendo una portentosa baza y una buena apuesta ir a verlos si se tercia la ocasión. Su cantante en todo momento se mostró entregada a su público sin parar de un lado a otro en el escenario y desprende una sensualidad que la dignifica, más aún tras no tapar su condición sexual, pues a veces para cualquier artista puede resultar embarazoso. Posiblemente en los tiempos que vivimos es algo obsoleto ¿verdad? Pero es que aún entre nosotros hay mucha gente en esta sociedad que está obsoleta. En fin, un brindis por ellos. Musicalmente siguen siendo rompedores, y tienen un alma al micrófono que sabe como canalizar todo.

Tenía claro que ver a los noruegos GLUECIFER por primera vez en Wacken sería un punto, por lo que supuso para mí en su momento, ya hace un porrón de años, ese condimentado sonido de sus comienzos que poco a poco con los años nos fue abriendo las puertas de su fusión con otras pesquisas entre el punk y el rock con mucho descaro. Tuve a bien diseccionar mis miradas entre sus componentes, especialmente en su cantante Biff Malibu y el guitarrista Captain Poon, buscando detalles en sus ejecuciones de directo, y no me decepcionaron. El primero con solidez siempre apegado ante el micro y el otro con la complicidad de todo lo que le rodeaba, dando y recibiendo rock and roll en todo momento. De hecho la banda en sí fue un polvorín, como recordaba en los viejos tiempos, ¡Qué bueno tenerlos de nuevo en la carretera para poder disfrutar de este concierto tan pasional donde no faltaron las fórmulas de sus directos arrolladores!

Con HATE entrábamos en una dimensión más extrema en dónde visualmente se centraba la cosa en las pinturas que cubrían su cuerpo entre un enfoque difuminado de luces tenues que junto al abundante humo que allí se manejaba te hacían entrar en un mundo sonoro iniciático. La formación polaca midió su fuerza con continuadas capas de black metal en donde  las percusiones aceleradas de su batería pareciera que se fuera a desencajar. Los rápidos riffs de guitarra con variedad iban entrando en tu mente, canalizando tus movimientos al ritmo que ellos marcaban. Esa era la evidencia de que estabas medio hipnotizado y de que no querían romper el hechizo en ningún momento, pues desde que pisaron el escenario hasta que marcharon no mediaron palabra con el público. Fueron a lo que fueron y la función buscada por parte de sus integrantes estaba conseguida.

DANKO JONES quizás no se entretuvo tanto en este show para poder llegar casi a la veintena de temas tocados del tirón. La banda que tiene siempre a este singular personaje ante el micrófono haciéndote divertir y vibrar con su forma de tocar, gana muchos enteros en sus directos en comparación a cómo suenan en disco y eso hace que alimentado por los vaciles y piradas de olla de su cantante, que ya se procura que todo se torne en una fiesta macarra muy llevadera. Rock and Roll en el siglo actual que nos toca vivir con una dosis de humor que tal como están las cosas no puedes dejar de percibir y asentir con una sonrisa. En el comienzo fueron sonando con mucha clase lo temas “Saturday”, “I Gonna Rock”, “I´m In A Band” o “First Date” amenizando con algún comentario que venía a cuento, porque es un maestreo de conectar su música con las situaciones, pero como decía antes, todo hecho de una forma rápida y llavadera. Y tras canturrear un poco má con temas como “Had Enough”, llegaría la despedida con “Lovercall”, “Cadillac” y “My Little RnR”.

 

DEATH ANGEL me demostraron de nuevo que cuanto más los veo más me gustan. Y ojito la trayectoria que llevan. Crecí con ellos se puede decir, y ahí siguen con ese poder de convicción que tiene no sólo para los que ya estamos algo entrados en años, sino para las generaciones más jóvenes que adoran a las bandas más inspirados en los clásicos de la Bay Area de San Francisco. Sus músicos no necesitan maquillajes, thrash metal puro sin pretensión va a la par que el poder de convocatoria de su sonido, siempre logrando el enganche con el público, que incluso en ocasiones se le notaba enfadado cuando hacia su vocalista una pausa para hablarles y se escucha a toda pastilla la música de Powerwolf sonando desde el otro escenario que funcionaba al mismo tiempo. Esta era la tercera vez que se dejaban ver por aquí y no dejaron pasar la ocasión de recordar grandes álbumes como su debut “The Ultra-Violence” o “The Art Of Dying” con ese fabuloso y machacón “daca-daca” de batería que nos hizo volar al pasado unas décadas apenas. La recta final la encaminaron con su homónimo “Humanicide” publicado en 2019 y luego enfilarían con una regresión progresiva al pasado variando los discos donde recalaron en su momento, con clásicos explosivos como “Absence Of Light”, “Thrashers”, “Bored” y “Thrown To The Wolves”.

El show de terror que prepararon los fineses LORDI tuvo todos los conceptos de espectáculo esperados sobre una infraestructura escénica acorde a su imagen, dando cobertura en su repertorio a buena parte de su discografía, especialmente a su trabajo “Get Heavy”, a propósito de que se cumplen veinte años de aquel primer lanzamiento. Precisamente con el tema “Get Heavy” abrían el concierto para enseguida enlazar con “Borderline”, siendo éste el único corte que harían de su abultado “Lordiversity” publicado en 2021. Me sorprendió que no le dieran mayor relevancia a esa gesta discográfica de siete discos creados en plena pandemia, pues tanta variedad sonora bien podría haber sido motivo de un concierto dedicado a ese trabajo con lo más selecto que tiene. De cualquier modo la faceta progresiva que carga sobre las espaldas de estos músicos, se envolvió de hard rock y de heavy metal como base fundamental dando un entretenimiento merecido a quienes aguantaron sus piernas llegados a este punto del festival en el que se iba diciendo adiós a una edición que por fin vimos realizada superando los contratiempos causados por el Covid. Ya hacia el final recordaron de dónde venían al hacer el tema “Hard Rock Hallelujah”, el himno que tras pasearlo por Eurovisión en su momento, les hizo explotar de manera mundial, y al que le deben tanto, siendo el broche final con “Wold You Love a Monsterman?”, en lo que fue un cierre total de fiesta, dejándonos pensativos de cara a la edición que viene, y haciendo un breve reflexión sobre lo difícil que había sido poder llegar hasta ésta.

 Texto y fotos: Raúl “Mister Virus” García / Oscar Torres

Publicado el 14 de septiembre, 2022
Realizada por Mr. Virus
Colaborador de TNT Radio Rock

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