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HELLFEST 2014 JORNADA 3 / Domingo 21 Junio.

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HELLFEST 2014 JORNADA 3 / Domingo 21 Junio.

Hagamos válido en esta ocasión esté refrán particular que
reza “quien en Hellfest temprano se
acuesta hacia su programación diaria a gusto se le levanta”
, y es que  llegamos al tercer día descansados, enteritos
y madrugadores para ver sobre las 11 de la mañana a BLUES PILLS. Las ganas eran enormes, y aún más reforzadas tras
semanas antes tener que verles en formato instrumental en Madrid al atravesar
un problema de salud su cantante. Entonces vimos la valía de los músicos
haciendo un concierto desnudo, sin voz, pero no pudimos captar la esencia que
transmite la angelical voz de Elin Larsson tomando como influencias todo ese
corte sesentero y setentero que hasta en imagen y movimientos te pueden
recordar a Janis Joplin. Joven formación que además cuenta con un guitarrista
francés, Dorian Sorriaux. Se les notaba muy a gusto, aunque algo  inquieta a ella sobre el escenario, pero vaya,
lo importante que estaba recuperada tras estar fuera de juego una pequeña
temporada. La gente puso especial  atención
a la joven formación pues es de reconocerles lo bien que expresaban su blues
rock influenciado por un sonido clásico.

 

La formación de Virginia SATAN´S SATYRS no empezó con buen pie, pues nada más arrancar las
primeras notas no sonaba la guitarra y el perjudicado tuvo que dejar el
escenario para ir a buscar la pieza que le fallaba con el consecuente parón y
rebote de su bajista y cantante. Aún solventado el problema no terminaba de
escucharse por el monitor, así que un tercio de la formación andaba despistada.
Eso no quitó que en el escaso tiempo restante, demostraran lo interesante que
es su doom abierto entre el punk y el metal en donde sus movimientos hacen de
su base una línea más revolucionada que otros grupos del estilo.

 

 

SCORPION
CHILD
en el escenario principal terminaba de fijarme un camino
setentero muy interesante tras las actuaciones de Blues Pills y Satan´s Satyrs.
Imagen vintage y sonido orange con una expresión corporal por parte de su
cantante que traslada enseguida a Led Zeppelin hacia el lugar de los hechos. Me
quedé con ganas de más porque para no variar desde temprano yo ya andaba
rotando escenarios y esto significaba dividir por dos las sesiones. Sonaron muy
frescos y tuvieron en el público el complot que cualquier banda necesita para
sentirse querido a esas horas, tan difíciles en algunas ocasiones. Me dieron la
sensación de que de haber tocado en otro horario con más público, son de los
que se alimentan de la energía presente y aún suben más el pistón.

 

El hardcore de LOFOFORA
influenciado por Suicidal Tendencies desde mi punto de vista era bastante
normalito, sin mucha innovación y diría explosividad teniendo en cuenta como
está de saturado el mercado. Pero siendo franceses sí que encontraron un
respaldo importante en un público que parecía cautivado por sus héroes
nacionales y que no dejó de entonar coros y dar respuestas a las exigencias de
su cantante.

 

 

La densidad de los noruegos OBLITERATION en escena se medía por sus oscuras capas de black
metal fundidas con saturación en las luces y sobre todo por la magia de su
guitarra y cantante, quien parecía tener ese magnetismo que te deja pendiente
de lo que diga o haga porque sabes que algo importante va a ocurrir. Si bien es
cierto, el tiempo pasaba y crudos riffs se entendían con alaridos encontrados
entre relativos descansos por parte de la base instrumental. A mí me
encandilaron lo suficiente para ser mi primera banda del día que veía en el
Altar.

 

 

Los alemanes ZODIAC
son de esos grupos que con su manera de empezar el concierto a base de riffs,
sobra cualquier otra tarjeta de presentación. Una vez abierto el camino hacia
el blues stonerizado con reminiscencias a The Cult sólo te quedaba dejarte
llevar hasta que sonara la campana para que pasara el siguiente. Una banda de
escenarios grandes que podía cerrar el Valley sin ningún problema, pero claro,
lo bueno de Hellfest, que cualquier momento es acertado para saber disfrutar de
un concierto, sin prevalecer en muchas ocasiones horarios.

 

Los suecos IN SOLITUDE
pusieron ese toque heavy metal progresivo con un ralentí a distintas
velocidades muy bien llevado por su cantante y a veces rodeado de cierta
mística. Me encanta como una banda que en un momento dado puede parecer
previsible con unos músicos que no se despistan de sus espacios vitales, de
repente explota al compás como si les estuvieran dando descargas eléctricas.
Tienen ese toque de culto apenas conseguido en algo más de una década de
existencia.

 

 

Ver en acción a Kirk Windstein en Down o en CROWBAR tiene un matiz importante, y es
que Phil Anselmo no eclipsa a este otro astro menor. Ahora Kirk ha dejado a su
compadre para centrarse exclusivamente en la gira de su banda y pegar nuevas
andanadas con algún corte de su décimo disco “Simmetry In Black”, estrenado
semanas antes del festival, y del que participa el nuevo bajista Jeff Golden,
quien a su vez sustituye a Patrick Bruders, quien decidiera continuar con Down.
Todo hermanamiento, y sobre el escenario nada que nos sorprendiera ni para bien
ni para mal. En su punto.

 

 

LOWRIDER
como buena banda de culto stoner sueca que ha estado inactiva sobre los
escenarios una buena temporada, se presentaba impregnada en esa magia que te
hace ver en ellos a grupos como Mastodon, y por lo tanto, la pescadilla ya se
puede estar mordiendo la cola tantas veces quiera porque no nos vamos a salir
de un imprescindible pasatiempo. Su comienzo lleno de atmósferas sonoras les
hacía entrar en el escenario con unos samplers que de primeras muestra la
entrega del público en vítores sumado a su puesta de largo sencilla, con
cazadoras vaqueras, barbas y gafas de sol dentro de la carpa, dando pie a la
chulería sueca que todos esperamos en sus líneas más básicas y trascendentales…
si señores, piensen en ellos, en los comienzos del stoner moderno, que por aquí
tenemos campos indivisibles, naturales y necesarios para la permanencia de la
especie entre Kyuss y Fu Manchu… el pescado sigue rabioso, mordiéndose la cola.

 

 

POWERWOLF es
una banda que cuanto más la veo más te gusta. El poder de convicción que tiene
sus músicos con sus maquillajes sin demasiada pretensión va a la par que el poder
de convocatoria de su sonido. El cantante es total, y siempre logra el enganche
con el público. Los decorados góticos y las particularidades letras enfiladas
con doble sentido entre coros clásicos pareciera trasladarte una abadía ante el
cantar metálico de unos monjes benedictinos artos de vino.

 

 

SEETHER de
origen sudafricano rescataba el sabor añejo de la escena Seattle con mucha
clase. La apertura con “Gasoline” ya mostraba sus principios, sus composiciones
a medio tiempo con esas paradas intermedias que te van arrastrando de una forma
áspera mientras cada uno de ellos se desliza sobre el escenario marcando pose. Un
concierto que se me antojó demasiado corto para una banda como esta, aún así
presentaron el tema “Words As Weapons” de su último disco “Isolate And
Medicate”. No quepa duda, se gustaban ellos mismos a la par que querían ganarse
al público.

 

 

Las vivencias urbanas, o más concretamente, es estar
rodando por la puta calle, es lo que llevó a BLACK TUSK a formar esta banda. Son un power trío de Georgia sorprendente
con diversas capas que oscilan entre stoner y hardcore y que los hacen
particularmente interesantes. La imagen y el temple que tienen en sus
presentaciones cargaban aún más de curiosidad a quienes no les conocían y
pasaban por allí como ojeadores de lo divino. Para mi un gran descubrimiento en
vivo, que deja en un nivel superior mi percepción sobre su música de estudio.
Hay bandas que te desilusionan al ver como no cumplen en vivo sobre un gran
disco editado pero el caso de ellos es de un potencial notable a la hora de
buscar resultados.

 

 

Nos bajamos al warzone stage para ver a los veteranos del
street punk/Oi! THE LAST RESORT dar una lección de
permanencia a pesar de los años transcurridos. La piel tatuada de su cantante
es como si fuera ropa en sí, y sino fuera por la flacidez de algunas partes
colgándole, sería un bonito armadillo. Su set fue incesante, continuo, de
exposición, como diciendo somos nosotros y ésto es lo que os entregamos, y
punto. Una actitud que nos suena típicas de bandas punk inglesas, y es que ante
unos de ellos estábamos.

 

Si la anterior vez que vimos en 2011 a ALTER BRIDGE en Hellfest tuvimos que
aguantar frío y chaparrón de agua, en esta era todo lo contrario, sol y un
calor que hacía daño, lo que alertó a la organización para continuamente soltar
manguerazos entre las primeras filas del público y donde callera el chorro. Ni
entonces ni ahora vi a la banda demasiado entregada sobre el escenario. No
negaremos su calidad, que el concierto sonó muy bien y que escuchar la voz de
Myles Kennedy aunque sea allí mismo con los ojos cerrados te produce algo bello
por dentro, pero esa chispa en falta que les hiciera ser más explosivos es lo
que me pareció que le seguía faltando y que sin embargo con sus discos sí te
cautivan. Quizás ni entonces ni ahora fueran las condiciones climatológicas o
puede ser que servidor no les termine de pillar el rollo en sus directos. Probaremos
de nuevo suerte.

 

 

ANNIHILATOR
sigue utilizando la fórmula que no le falla, aunque haga de sus conciertos
espectáculos bastante simples. Te encantará si eres un buen seguidor del grupos,
pero si no es así, posiblemente te agrande por la forma machacona que tiene de
dar continuidad a cada pieza. Los canadienses no son banda de un solo corte
como “Alison Hell”, pero nadie va a negar que este es el punto al que quiere
llegar la gente, aunque Dave Paden ataje a su manera ciertos tonos del tema. De
hecho Dave  y su líder Jeff Waters son la
esencia en donde recrear la vista y buscar los detalles, al ser el resto músicos
de sesión sin demasiado protagonismo en escena. De su último disco “Feast”
tocaron sin presentación y sin anestesia los temas "Smear Campaign"
y "No Way Out".  

 

 

Desde finales de los ochenta llevan los psycobilly
alemanes MAD SIN en el ruedo su punk
rock aderezado de contrabajo y mucha cerveza. Son la bomba en todos los
sentidos. El comienzo es espectacular, con su obeso cantante saltando como si
fuera un ligero bailarín, y cuando te crees que se pueden quedar a medio gas,
la cosa va subiendo de temperatura, las sirenas suenan, las largas y coloreadas
crestas de sus integrantes cogen más altura gracias a unos cuantos litros de
laca y entre el público la gente empieza a volar siendo protagonista de esta
sublime banda sonora que no parece tener final, y que no deja de hacerte mover
el cuerpo. Por cierto, se marcaron su versión de los The Wailers e incluso
dejaron sonar un sampler del tema “Angel Of Death” de Slayer.

 

 

THE
BLACK DAHLIA MURDER
muy seguidos donde les toque sonar, se han
ganado a pulso los seguidores gracias a su death metal melódico bien
estructurado. Cuando llegué hacia el final del concierto estaba todo el mundo
súper excitado. Una pena no haberles podido ver más tiempo pero el concierto de
Mad Sin y también la coincidencia con el show de DARK ANGEL no nos dio para más, por cierto, estos últimos muy
normalitos, de la vieja guardia, para gustar a quien no los hubiera visto
nunca, sonando como las bandas clásicas que consiguieron despuntar muchos más
que ellos y ser grandes vendedores de discos en su momento comercial, sin más
complicaciones.

 

 

DOZER son
otros estandartes del stoner sueco y lo demostraron de una manera esperada. Cuando
vas a ver cómo será una banda determinada de la que esperas mucho puede ocurrir
que las expectativas se queden cojas y entonces los empiezas a poner pegas,
pero nada eso pasó. Nada en contra que objetar al cuarteto. Alta descarga de
adrenalina mientras su cantante y guitarrista se enfrentaba al micro deseando
la llegada de esos espacios instrumentales que le saca de la primera línea
cuando no hace falta la voz para poder despotricar por el escenario. Es lo que
se le pide a este tipo de bandas, que su música sea como una entrega a un ente
superior, en este caso, lo era el público que allí resistía la tercera jornada.

 

 

BEHEMOTH
venían con sus mejores galas al escenario principal de Hellfest . Si ya de por
sí su sonido es un espectáculo oscuro y demoniaco paralelo al atrezzo de
escena, esta vez los polacos tenían espacio suficiente para lucir sus temas
nuevos, sus clásicos, sus rostros maquillados, su oscuridad en la luz, porque
aún era de día. Temas a veces más reposados para mostrar mascaradas de ángeles negros
en un concierto que lejos de caer como algunos arcángeles hicieron en sus
leyendas mitológicas, ellos se elevaban en su submundo particular, del que
nosotros éramos parte de su ritual.

 

 

SOUNDGARDEN
fueron espectaculares e iban ligando los temas que todo el mundo deseaba
escuchar y a mi particularmente, tras verles en aquel Sonisphere de hace
algunos años celebrado en Getafe, en donde a algunos dejaron algo desencantados
por ser comienzo de una nueva gira que habría capitulo y tal vez no gozaban del
mejor de los sonidos. Ahora aquellos seguro que no podrían decir lo mismo. Es
más, yo entonces lo disfruté porque a mí no me pareció sino un gran concierto.
Pues bien, para quien estuviera allí, y quiera encontrar comparaciones, éste
fue aún superior. Actividad continua por el escenario sin demasiadas
presentaciones mientras sonaba ese magistral sonido que asfixia con gusto.
Clásicos como “Spoonman”, “Black Hole Sun”, “Jesus Christ Pose” (con sorpresa
incluida) o “Fell On Black Days” encadenados y estructurados para abducirte.

 

 

Y otro súper trío norteamericano entre el doom y el stoner.los SPIRIT CARAVAN.  Es
apasionante ver en directo a su cantante y guitarrista Scott Weinrich, sabiendo
que de forma paralela lleva sendas andaduras en las bandas The Obsessed y Saint
Vitus. Reactivar esta aventura de nuevo tras muchos años de inactividad era
sinónimo de congregar un numeroso público ávido de más sinergia de estos
sonidos en una carpa que para muchos ha sido como una particular ermita a la
que irse a rezar peregrinando. 

 

 

Y tan a gusto, excepto cuando tocaron CLUTCH el día anterior, que ante la
expectativa generada tras haber tenido que cancelar su concierto el año pasado,
se quedó tan pequeño el lugar que no se podía ni ver desde lo lejos, así fue en
nuestro caso. Otra cosa también que lamentar en este sentido, fue a la hora de
saber que UNIDA tocaría solapándose
con el concierto de Black Sabbath, a quienes veríamos íntegramente,
sacrificando a la banda de John Garcia.

 

 

BLACK
SABBATH
teníamos claro que sería una revolución y que movería
masas, complicando el acceso a la explanada principal del recinto y la visibilidad
por tanto. Demasiada expectación siempre es bienvenida para verles de nuevo en
directo. No nos equivoquemos, y por eso gracias que pillamos un posicionamiento
que sin estar centrado, más bien ladeado, con el sacrificio de la visión de la
pantalla central tras el escenario y no del todo buena visibilidad del trabajo
que realizaba Tommy Clufetos, batería de la banda de Ozzy Osbourne en solitario
y quien tuvo su momento particular alargándose con un solo el tema “Rat Salat”.
Pues bien, los artífices principales y su manera de complacer al público no
desagradó para nada, sin poder esperar que volvieran sus mejores tiempos, y con
la ausencia de algunos detalles, como el espectáculo de Ozzy lanzando cubos de
agua, si tuvimos sus bicicletas en escena, lo vimos por el suelo hacer de las
suyas y alguna salida de tono en el micrófono, nada sorprendente amigos. La
densidad del sonido que los temas antiguos allí estaba, correspondiendo al
personal, con la inclusión en el repertorio de un par de temas nuevos de su
disco “13”,

 

 

 los cortes “Age Of Reason” y “God Is Dead?”. El comienzo tuvo lugar
con “War Pigs” para paralizar a un público que posteriormente Ozzy se encargaría
de hacerles mover las articulaciones zarandeando múltiples veces sus brazos en
comitiva con los miles de congregados que le seguían los momentos de aerobic.
Durante “N.I.B.” Geezer Butler fue quien encaró un lustroso solo de bajo. Y en
el caso se Tony Iommi yo lo vi todo muy acorde, eso sí, alguna vez que otra
Ozzy miraba para atrás buscándole con su mirada sin entender muy bien porque no
empezaba a sonar el tema correspondiente. Satisfechos y con ganas de volver a
verles ya.

 

 

La clausura del festival se acercaba y elegimos a TURBONEGRO para celebrar un concierto
de punk rock and roll a modo de festejo. Es lo que exteriorizaron en el
warzone, el escenario que no pudimos visitar tanto como nos hubiera gustado
este año por la cantidad de grupos que coincidían en el resto, pero ahora con
el cierre aquí y ese festejo continuo de los  suecos nos dimos más que satisfechos. Sus
típicas vestimentas, con chalequitos y gorros no faltaron, tampoco la gente
surfeando entre el público. Tengo que reconocer que me hubiera gustado ver en el
lugar de Tony Sylvester a su antecesor Hans
Erik Dyvik Husby, pero igualmente diré que no lo hace nada mal, aún faltándole
esa chispa especial a la que nos tenía acostumbrado Hans. Antes de marcharse
con su clasicazo “Get In On” para enfilar los bises, hicieron el tema nuevo
“I´M ATrain” y en los últimos temas del show se marcaron la versión del tema
“Money For Nothing” de los Dire Straits, así como contaron con la anecdótica
colaboración de Nick Oliveri en el tema “I Got Erection”. Y esto esto fue todo
amigos. ¡Nos vemos en Hellfest 2015!

 

Texto. Raúl “Mr.Virus” García

Fotos: Nacho Criado/ Raúl “Mr.Virus” García y Oscar T.

Publicado el 30 de julio, 2014
Realizada por Brujo
Director y redactor de TNT Radio Rock

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