El nuevo álbum de Angelus Apatrida, «Aftermath«, es una muestra contundente de la madurez y la versatilidad de la banda en su octavo lanzamiento. La experiencia acumulada a lo largo de los años se refleja en un trabajo que combina la agresividad del thrash metal con letras comprometidas y grandes melodías. «Aftermath«, llega tras dos años intensos para la banda, marcados por el éxito de su homónimo anterior, que consolidó aún más su posición en el thrash metal. Con posiciones destacadas en listas, giras exitosas y participación en festivales, el grupo ha experimentado un crecimiento importante.
Desde la portada de Gyula Havancsák hasta las colaboraciones de lujo, «Aftermath» es un álbum que promete y cumple con creces las expectativas de la banda. Angelus Apatrida muestra una vez más su destreza técnica y su unión como grupo, entregando un thrash metal potente y directo desde la primera canción, «Scavenger«, que junto a otras como «Rats» muestran la faceta más cruda y agresiva de los manchegos. Pero es en cortes como «Cold» o «To Whom It May Concern«, los dos primeros sencillos lanzados, donde apuntalan su faceta más melódica, intercalando momentos salvajes y directos con cambios de ritmo, y voces limpias, y todo ello sin perder la intensidad.
Uno de los puntos fuertes de «Aftermath» es su diversidad, sin perder su identidad como banda. Canciones como «I Am Hatred«, con cierta carga de pesadez, en un corte con mucha fuerza. «Homenajes» a aquellos clásicos de bandas como Anthrax en canciones como «I’m The Man» se ven emulados en la intensa «What Kills Us All«, donde el rapero Sho-Hai encaja a la perfección y muestra la versatilidad de Angelus Apatrida al fusionar diferentes estilos de manera efectiva.
Otras colaboraciones, como Jamey Jasta de Hatebreed en «Snob«, con esa caña desbocada y ese toque hardcore que impregna con su voz. «Fire Eyes«, con Pablo García de Warcry, me recuerda a los primeros días de Angelus, con un sonido que evoca la esencia cruda y enérgica de la banda. O el cierre del disco con «Vultures And Butterflies«, que presenta a Todd La Torre de Queensryche y muestra la faceta melódica de la banda, con un inicio que nos lleva a los años 80 con ese aire hardrockero. Otro toque que marca la diferencia y esa capacidad que tiene la banda a la hora de componer, y arriesgar.
«Aftermath» demuestra, tras ocho discos y 23 años de incesante trabajo, en que nivel esta Angelus Apatrida. Este es un disco de superación continua, que reúne todas las esencias que la banda ha ido creando y absorbiendo a lo largo de los años, a las que siguen añadiendo capas y texturas para terminar conformando su propio sonido. «Aftermath» es el recipiente en el que se fusionan todas las experiencias ganadas en estos años, incluidas sus múltiples influencias. Un disco donde también se demuestra el nivel individual de cada uno de ellos. Los cuatro están inmensos! Excelente trabajo!
Brujo
