La rasgada voz de vocalista nombre apellido y los acordes de una dulce guitarra española rompen el silencio de una sala abarrotada de enamorados del juglar metal más romántico
Ante la Sala B de Murcia cientos de jóvenes esperaban ansiosos la apertura de puertas y el comienzo del concierto de los siempre mágicos SAUROM, el pasado 9 de marzo. Sin fuegos artificiales y en un ambiente más que íntimo, 250 personas agotaron las entradas y disfrutaron de un espectáculo de dos horas y medias.
La banda alicantina Landervir, confirmada para la VIII edición del Leyendas de Rock, regresó tras varios años de silencio con fuerza al escenario, presentó 5 temas y dio paso a las gaitas y las brujas propias de los gaditanos.
El calor que se concentró en la sala no menguó los ánimos del público, que desde el primer acorde de Irae Dei, pasando por: «La Leyenda del Gambrinus» Y «La Ley de las Hadas», no dejó de saltar, cantar y aplaudir, generando un ambiente único, el preludio del Leyendas del Rock se podía respirar entre los presentes.
Desde tierras manchegas llegó La batalla de los cuernos de vino, que despertó aquellos corazones que quedaban Adormecidos en la sala, Sancho y Quijote, llenaron de protagonismo las letras de un tema entrañable, no hubo alma presente que no tarareara las canciones de los andaluces, que sin sus bellas bailarinas, levantaron la pasión de todo aquel que se no se quedó a las puertas sin entrada.
Entre Dioses Eternos y Noche de Halloween, aquellos cercanos a la puerta de salida alternaron la edad media con los sonidos del tráfico, sofocando el calor.
SAUROM presentó su nuevo trabajo Vida, con el single homónimo, a pesar de los pocos meses que lleva a la venta, los fans habían hecho los deberes y conocían las letras de las canciones como si de un clásico se tratara.
Cambia el mundo y El monte de las ánimas, dio paso a una de las más bellas baladas, extraídas de su último trabajo, El Príncipe. Se hizo el silencio entre los presentes y con tan sólo unos acordes acústicos, la voz de Miguel Franco caló entre el público, y finalizó con un merecido aplauso. La poetisa puso a los presentes en una encrucijada de Acertijos en las Tinieblas y cerca del final SAUROM recordó la saga de Tolkien con su gran éxito El Pony Pisador.
La noche se cerró con los bises, el público salió despacio de la sala, alguno sonrientes con sus camisetas del Leyendas de Rock, que se repartieron durante el concierto, otro más afortunado, fue premiado con el abono para el festival, donde volverá a vibrar, saltar y cantar todos los temas de SAUROM, una banda capaz de emocionar desde el primer minuto que se posicionan frente al público.
Texto y fotos: Ana Juan Montero
