Crónica: ROCK IMPERIUM - LITHA NIGHT (23-6-22) Cartagena

Bajo el sugerente nombre de LITHA NIGHT (en referencia a las fiestas de celebración del solsticio de verano de los pueblos nórdico) se abría oficialmente la primera edición de ROCK IMPERIUM FESTIVAL. Se trataba de una propuesta arriesgada, con dos grupos muy diferentes estilísticamente entre sí y con poca tirada entre el gran público. Y además, se tenía que comprar la entrada aparte, lo que hizo que muchos curiosos merodearan por las puertas de acceso preguntando si era gratis o si se podía pasar con el pase del festival.

Musicalmente hablando teníamos por un lado los finlandeses Moonsorrow, quienes con una trayectoria de más de 25 años desplegaron su potente Pagan-viking/folk metal y por otro, el encanto de la danesa Amalie Bruun y su proyecto Myrkur.

Así pues, esta noche previa al festival, servía de presentación del mismo en el Heretic Stage, un escenario a dos metros del mar, donde pronto pudimos comprobar que allí los conciertos se llevarían a cabo en un ambiente frío, casi gélido cuando marchase el sol. Y es que la noche del jueves, el viento sopló sin descanso. Lo que no impidió que disfrutáramos de la propuesta quizás más atrevida de los tres días de conciertos con dos bandas nórdicas que descargaron durante 3 horas sus sets completos.

MOONSORROW
Los fineses exhibieron, durante 90 minutos su Viking metal contundente, bien estructurado y perfectamente ejecutado, con canciones larguísimas, a veces quizás demasiado, que convencieron a propios y extraños, tanto a la gente que los conocía y admiraba como a los que los oímos por primera vez.

Lo suyo fue un recorrido por su discografía desde Kivenkantaja, de 2003 hasta su obra más reciente Jumalten aika, de 2016, del que descargaron tres temas.

MYRKUR

Los daneses exhibieron durante sus 90 minutos de actuación su lado más folk de raíces escandinavas ejecutado con instrumentos convencionales, mayoritariamente de cuerda (violonchelos, violines…), muy intimista, acústico, inmersos en una atmósfera casi bucólica, con tonos azulados permanentes en el escenario y con muy poca actividad física. Todos permanecieron estáticos durante casi toda la actuación pero cuajaron un magnífico concierto dentro de su estilo que gustó a sus adeptos perfectamente dirigidos y liderados por su estática y floreada cantante Amalie Bruun.

La banda desgranó casi al completo su último trabajo “Folkesange” (Canciones Populares), del que sólo dejaron de tocar el tema "Vinter" con el que acaba el disco.  Realmente las canciones fueron perfectas para una noche de San Juan, con ese encanto hipnótico de la voz de Amalie, quien se iba acompañando de los teclados o las percusiones. Sin duda, una forma diferente de celebrar el solsticio de verano.

Texto: Quim Brugada y Juanjo García

Fotografías J. Sánchez (Chimpa)