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Crónica: ROADBURN FESTIVAL 2023, Tilburg. Día 2 (21/04/23)

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DÍA 2, VIERNES 21 ABRIL

BELL WITCH con cierto minimalismo en su propuesto musical de doom experimental, atajaron un viaje de lento desarrollo y variaciones oscilantes durante cerca de hora y media de actuación, en la que pusieron de estreno “The Clandestine Gate”, la única pista que engloba este título y que será el principio de un tríptico de álbumes planificados que lleva por nombre “Future´s Shadow”.  En resumidas cuentas, “The Clandestine” es el primer capítulo estrenado en Roadburn de manera magistral, y representó el amanecer del día. El final del denso tema oscilante en emociones, enlazará con una futura parte en formato de nuevo disco aún sin título, que representará al mediodía, y el futurible tercero, hará lo propio representando la puesta del sol. La intención es que el tríptico musical se conecte como un bucle enlazando una especie de ciclo de la vida con cada resurgir del alba. Ya en sí lo que vimos tuvo su toque progresivo, no apto para impacientes en busca de sobresaltos bruscos inminentes. Hubo que dejarse llevar, y degustar esta especie de megalomanía musical que ha creado el bajista Dyland Desmand, junto al batería Jesse Shreibman, ambos con imploraciones vocales.

Los parisinos OISEAUX-TEMPÊTE como colectivo y entidad sin parámetros musicales claramente definidos que engloba el trío musical a cargo de Frédéric D. Oberland, Stéphane Pigneul y Paul Régimbeau, tenían fijadas tres actuaciones para esta edición de Roadburn como artistas en residencia que eran, a repartir durante varios días en distintos escenarios. Este era el primero de sus conciertos, recorriendo una exploración sonora en todo su esplendor al matizar las canciones de auto titulado disco debut y del trabajo que publicaron posteriormente bajo el nombre de “Ütopiya?”. Sin duda viajaron por su ambient rock de marcado ensueño post rock para que a continuación tú pudieras ir enfrentándote a nuevas etiquetas al gusto que te cautivaban con su sonido. Engancharon y convencieron gracias al refuerzo de otros músicos que el contaron para dar buena cuenta del repaso de su historia que cumple una década de tránsito.

SPIRITUAL POISON suponía ver a la bestia de Ethan Lee McCarthy alejado del raudo y brutalizado sonido doom de Primitive Man. Este proyecto experimental y minimalista, viene con un trabajo cogido de la mano llamado “Incorporeal”. Contó con el atractivo de ver a un Ethan desprendido de la tensión de su principal faceta, para observalre viajar a través de lo que podría ser el salón de su casa, experimentando con drones y sintetizadores ambientales. Yo creo que ver su casa tan llena de gente, también le pudo procurar alguna tensión, no porque no tuviera suficiente cerveza enfriando en la nevera de la cocina para repartir entre sus números invitados, sino porque se situaba ante una multitud alejado de la zona de confort, esa que se centra en atajar aullidos vocales desgarradores. Aquí no hubo nada de eso, pero fue curioso conocerle en esta faceta artística paralela.

WOLVES IN THE THRONE ROOM me gustaron pero me dieron la sensación de que estaban en el mejor de sus conciertos. Ya en ocasiones atrás tuve la ocasión de encontrarlos con más nitidez en su puesta de largo. Practican un black metal que ellos mismos son capaces de manejar con distintos tipos de intensidad. Sin duda, el aurea, con esa especial luminosidad en la se envuelven, deja todo lo escénico como más preparado, como si estuvieras cerca de una hecatombe infernal. Como era de esperar ante su abrumador sonido de propuesta enquistada resaltaron cantidad de melodías en sus largos temas, con cambios de ritmo importantes, algo característico en los hermanos Nathan Weaver y Aaron Weaver (voz/guitarra y batería), que pusieron el mecanismo revolucionado de nuevo.

La ocasión de ver a la madrileña Amaya repartiendo sentimiento como MAUD THE MOTH a través de su piano no era cuestión de perderla: La cantante y pianista fue recorriendo sus composiciones esbozadas con un aurea entre lo terrenal y lo espiritual ante una silencio y una observación por parte del abarrotado público que llenaba en Next Stage,  que pareciera estuviera en esa especie de equilibrio buscado entre dimensiones. Sus experiencias personales que cubren música clásica y jazz, en el eje de la vanguardia rock, en esta primera toma llena de encuentros explicativos hacia el publico y sentimiento encontrado tuvo un reconocimiento de respeto ante sus silencios, necesarios para marcar el colorido de la lírica de su voz con el ritmo del latir de su piano. Al día siguiente ya en formato de banda y con otra expresividad vocal tendría lugar la actuación de Healthyliving, que es el otro proyecto con el que se presentaba a esta edición de Roadburn, la otra cara de esta moneda de oro.

BAD BREEDING haría una actuación anarco punk en donde sus integrantes confrontaban en sí mismo a través de su demencial música, que también pondría toda la intensidad para fans tanto de hardcore como de thrash metal. Lo viví como un desahogo continuado desde la primera nota que hicieron sonar, saliendo de manera apabullante a escena, con reiterativos movimientos que agitaban el ambiente en una especie de guerra epiléptica que contagiaba por momentos al público, al tiempo que criticaban con estruendosas misivas viscerales el capitalismo en defensa de la clase trabajadora británica. Había ganas de verlos, pues ya por dos veces anteriores se habían anunciado que vendrían y no pudieron estar. ¡A la tercera fue la definitiva, y vaya si convencieron!

Era el turno de PORTRAYAL OF GUILT, una banda estadounidense de post hardcore y black metal formada en Austin, Texas. Fue fundada por el guitarrista y vocalista Matt King, y el batería James Beveridge, habiendo cambiado algo la formación desde sus comienzos, siendo el bajista ahora Alex Stanfield. Aparentemente una banda estática sobre el escenario, lo digo porque se reservan su espacio en cada posición que ocupan, pero lo equilibraron con un alto nivel de concentración, que sumado a la base de contrastes sonoros que ofrecieron me dejaron bastante pillado. Y es que logran unas atmósferas incendiarias que no pasaron desapercibidas durante todo el show, recordando a veces a la música de Celtic Frost. Coincidiendo con su actuación se publicaba el disco “Devil Music”, que sin duda te recomiendo escuchar.

 

Mientras tanto, DEAFHEAVEN hacían un concierto no tan intenso a lo que nos tenían acostumbrados en el principal de los escenarios, pero había una explicación, y es que en este show se encargaron de repasar su trabajo “Infinite Granite” de 2021, un disco que se aleja bastante de la intensidad black metal a la que nos tenían acostumbrado en sus grabaciones anteriores. A su cantante George Clarke esta vez no lo vi tan sobreacelerado en su escenificación, pues lo normal es verle como una moto… aunque en su catálogo escénico no dejó de haber algo de danzas nerviosas, gestos y expresiones mientras actuaba, baza recurrente en sus directos.  Los contrastes de post rock y shoegaze que tiene este quinto trabajo, mantuvo un buen clímax entre el resto de los músicos.

 

 

Los holandeses DEWOLFF traían preparado un concierto especial para poner una vuelta de tuerca más a su inquieta carrera. Su último trabajo “Love, Death & In Between” lo grabaron en directo con un buen puñado de músicos llegando a experimentar algo nuevo incluyendo vientos, coristas y percusiones en su forma de trabajar, que cómo bien sabéis hasta ahora siempre había sido en formato de trío.  Y de esa guisa actualizada se presentaron en el Mainstage de Roadburn para finalizar la jornada del viernes. Incorporando además un bajista, que junto a los metales y el refuerzo de percusiones terminarían haciendo un show sublime siendo en total diez músicos en escena. Desde hace años han sido garantes de representar ese nuevo rock vintage los hermanos Van de Poel junto al teclista Robin Piso, y ahora se erigían alcanzado un status mayor. No olvidemos se dieron a conocer siendo menores de edad, pero lejos de quedarse anclados, han sido una banda muy trabajadora publicando discos con asiduidad y echándose a la carretera por cualquier sitio con frecuencia. La última vez que tuve ocasión de disfrutarlos, sería en octubre del pasado año en el Wizink abriendo los conciertos de la gira de The Black Crowes y seguro que aquellos escuetos shows bien comprimidos para la ocasión acompañando a todo unos veteranos bien curtidos, les ha llevado en parte a demostrar ahora más solidez en su estructura, ya de por sí con muy buenas hechuras. El show dio comienzo con el destacado tema “Night Train”, compaginando a partir de ese momento en cada pieza rock and roll, rythm and blues, salsa, incluso góspel. Estuvo bien la cosa. Otro momento clave, fue cuando hicieron “Rosita”, apuntando a una especie de jam session sideral difícil de quitártela de la cabeza, y borrarla de la vista. ¡Fue un genial cierre de jornada!

Texto y fotos: Raúl “Mister Virus” García

Publicado el 12 de mayo, 2023
Realizada por Mr. Virus
Colaborador de TNT Radio Rock

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