Crónica: CAN MERCADER FESTIVAL – Parc de Can Mercader (Cornellà de Llobregat) – 09/07/2022

Después de dos años en blanco por la pandemia volvía, y a lo grande, el Festival Can Mercader, uno de los festivales con más solera de Catalunya y, además, gratuito.

Había ganas de festival, muchas, y se notó desde una hora muy temprana porque mientras aún estaban en marcha las pruebas de sonido iba llegando público al recinto dispuesto a disfrutar de todo el festival sin perderse absolutamente nada.

Este año la organización apostó por un cartel 100% local, sin grandes nombres como cabeza de cartel pero con una solidez envidiable. Bandas de aquí, con solvencia más que demostrada y gran variedad de estilos para cubrir todos los gustos. Además, sin bandas tributo, lo cual yo, personalmente, agradezco un montón; con la cantidad de bandas de temas propios y de gran calidad que hay en la escena catalana me parece un gran acierto no quitarle la oportunidad a una de ellas para poner un tributo en el cartel que no aporta nada más allá de repetir viejos esquemas de las bandas de siempre con inferior calidad que el original.

Organizativamente, este año todo fue impecable, el bar suministró adecuadamente todo lo que se le pidió y no se agotaron ni las bebidas ni la comida, no se vieron grandes colas a la hora de comprar los tickets ni tampoco en la barra para pedir, lo que significa que, aprendiendo de las otras ediciones, se ha mejorado en este aspecto.

En definitiva un gran festival perfectamente organizado y que, a tenor de lo que pudimos ver en los escenarios, dejó plenamente satisfechos a los asistentes que, quizás, no fueron tantos como en la última edición pre pandémica (eso habrá que verlo cuando se publiquen los números de concurrencia de público) pero que se entregaron 100% a las propuestas de las bandas.

PLUTON

La tarde se iniciaba, bajo un sol de plomo, con los jovencísimos PLUTON, banda salida directamente de la factoria musical de Cornellà, Llevan muy poco tiempo tocando juntos, están aprendiendo a pasos de gigante y, para ellos, tocar en Can Mercader ya era un enorme premio.

Tienen mucho margen de mejora todavía, faltaría más, los cuatro miembros de la banda son adolescentes, ninguno de ellos es mayor de edad aun, pero estuvieron voluntariosos, entregados y extra motivados. Desarrollaron una propuesta de rock urbano, sus preferencias musicales se notaron en las dos versiones que tocaron, una de Los Suaves y otra de Extremoduro y los temas de factura propia que, sin ser aun grandes composiciones, apuntan buenas maneras.

Si aguantan lo que está por venir, tienen paciencia y se dejan aconsejar por los expertos que tienen alrededor, quizás dentro de unos años vuelvan al festival y no precisamente para abrirlo. Con ellos se demuestra que el futuro está más vivo de nunca y que solamente hay que darles oportunidades a las bandas jóvenes porque ellos las sabrán aprovechar.

MARTIN TEMPLUM DOMINI

Con solo un disco bajo el brazo y una propuesta instrumental absolutamente arrolladora, tomaba el relevo de Pluton, Martin Templum Domini, banda formada alrededor del virtuosismo de Carlos Martín, uno de esos guitarristas desconocido por el gran público pero con un talento que no tiene nada que envidiar a los grandes que todos tenemos en mente.

Con una tremenda base rítmica formada por Mario Vico a la batería e Ivan Martin al bajo Carlos desarrolló todo su poderío instrumental casi sin pausa. Composiciones tremendamente virtuosas, potentes y extremadamente bien desarrolladas cuajaron en un directo demoledor. Pese a que el metal instrumental no tiene muchos seguidores estoy convencido que se llevaron un buen puñado de nuevos fans de su paso por Can Mercader. Absorbieron tanto al público con su descarga que cuando terminó daba la sensación que acababa de empezar. Se hizo muy corto su show y marcaron un nivel altísimo a las bandas que venían a continuación.

AERIAL BLACKED

Con las últimas luces del día , cayendo ya el sol por debajo de los árboles, aunque el calor no dejaba de apretar, llegaba el turno de la banda que más ganas tenía yo de ver, personalmente.

Aerial Blacked venía a presentar su último y gran trabajo “Play It Loud” y también al nuevo miembro de la banda, el segundo guitarrista que lleva escasamente un mes con la banda y que afrontaba su segundo concierto con ellos. Hay que decir que se mostró muy compacto y perfectamente integrado al conjunto dando la sensación que llevaba años en la banda. Un gran acierto su “fichaje”.

El concierto de Aerial Blacked fue arrollador, destilando mala leche de principio a final, daba la sensación que vaciaban en el escenario toda su frustración por este largo tiempo sin tocar. Los temas del disco nuevo suenan muy poderosos en directo y estoy seguro que se van a convertir en clásicos de la banda en muy poco tiempo. El set, impecablemente elegido con los temas más contundentes del segundo disco alternados con gotas de su primer trabajo y de su proyecto solidario “United” (en 40 minutos no da apenas tiempo a nada) convenció a todos los presentes, que ya empezaban a ser bastante numerosos.

Agresividad a raudales, melodía y buen hacer convirtieron la descarga de los del Maresme en algo que se recordará durante mucho tiempo.

EMBELLISH

Después de la descarga de adrenalina que protagonizó Aerial Blacked, era el turno de la propuesta más relajada de los egarenses EMBELISH, su Gothic Rock vino bien para bajar un poco la intensidad de la tarde y recuperar aliento sin perder ni pizca de calidad y de buen hacer.

Embelish son una banda veterana, con tablas de sobra para sacar adelante solventemente una actuación en un festival como este y lo hicieron impecablemente. Disfrutando en el escenario como enanos (eso se percibía nada más verlos) pero quizás faltos de nuevo material (su último trabajo discográfico es “A Thousand Lightyears from You” del 2018, dieron también un concierto magistral. Cada pieza en su sitio, con un sonido tremendamente envolvente y extraordinariamente limpio, con una nitidez absoluta se pudo apreciar sobradamente qué y cómo estaba haciendo cada uno de sus músicos.

Hicieron las delicias de una buena parroquia de fieles que tenían en las primeras filas y convencieron al resto del público que probablemente no los conociera tanto pero que seguro que, a partir de ahora los tendrán en cuenta como lo que son, una gran banda en su estilo.

SIROLL

De las montañas de la Catalunya interior llegaba a Can Mercader la propuesta más extrema de este año de la mano de Siroll y su Death Metal cantado en catalán. Con un dron omnipresente moviéndose por encima de las cabezas del público y deteniéndose en el escenario, herramienta usada por la banda para la grabación de un videoclip que verá la luz próximamente, descargaron toda su potencia.

Los conciertos de Siroll siempre son una garantía de solvencia y de buen hacer. Con los años que llevan activos, ya casi 15, se han hecho un hueco en la escena extrema catalana y ocupan un lugar de honor. Cuentan todas sus actuaciones por éxitos y tienen un buen puñado de seguidores fieles que disfrutan de lo lindo con ellos.

Se montaron unos buenos pogos al ritmo de sus canciones y la gente se divirtió y mucho. Cuajaron un gran concierto, como ya es habitual, y dejaron el ambiente tremendamente caldeado para lo que venía a continuación.

BORN IN EXILE

La propuesta de esta banda, entre progresiva y melódica es de las que gustan en nuestro país y yo hasta diría que fuera de nuestras fronteras pese a que no tuvieron su día en esta ocasión. Muchísimos problemas técnicos que ya hicieron que su prueba de sonido no fluyera adecuadamente, les impidieron empezar puntualmente su actuación. Se hizo interminable la espera del público mientras intentaban, y conseguían aunque tarde, solucionar unos problemas con unos cables que no dejaban que el sonido llegara a su destino.

Así que con cierto retraso sobre la hora prevista, lo que hizo que tuvieran que recortar un poco su set empezaban su actuación con la que se convirtieron, sin serlo, en los auténticos cabezas de cartel de la noche. No cabía ni un alfiler viéndolos, fueron, de largo, los que más expectación crearon y, pese a sus problemas de sonido en los primeros temas, Kris Vega (flamante nueva cantante de Cobra Spell) y los suyos cuajaron una actuación impecable.

Triunfaron más que nadie en este festival, movieron más gente que nadie en las primeras filas y fueron los más admirados de la noche.

Su frontman, Kris, tiró de la banda y fue impecablemente secundada aunque, quizás, y esto es mi opinión, no hace falta usar tres tacos cada cuatro palabras que dirige al público para motivar a la gente que ya de por sí estaba suficientemente motivada.

Buen concierto de la banda que, como he dicho antes, se convirtió en el auténtico cabeza de cartel de la noche.

DEKTA

Todavía con la resaca de la actuación de Born in Exile, cosa que se notó porque mucha gente aprovechó el momento para ir a la barra a reponer fuerzas,  irrumpían al escenario los rockeros enmascarados para ofrecernos su particular propuesta, muy original aunque algunos se empeñen en decir que no.

Su propuesta se basa en una puesta en escena oscura, con una ambientación que depende, en gran medida, del juego de luces para crear la atmósfera adecuada a su propuesta. En esta ocasión lo consiguieron plenamente y además, añadieron un toque de pirotecnia al principio y al final de su show que añadió un toque “a lo gran banda” que estuvo muy bien.

Descargaron su propuesta, alternando canciones de sus dos discos editados hasta el momento con potencia y oscuridad, en la línea a la que nos tienen acostumbrados en sala pero con una excelencia que superó, de largo, su último show en Barcelona.

Para una banda como ellos, que apenas consiguen reunir medio centenar de personas en sus bolos habituales, era una ocasión ideal de tocar ante unas 4000 personas y mostrar su buen hacer y su calidad musical y la supieron aprovechar con creces. Si bien al principio de su actuación no había mucho público, a medida que fue avanzando se fue concentrando mucha más gente y terminaron con un lleno rotundo incluso alargando un tema más su set porque la siguiente banda aún no estaba preparada para salir a escena.

Supieron aprovechar bien su momento y seguro que se llevaron un buen puñado de nuevos seguidores.

ANKOR

Los cabezas de cartel de la noche, los tarraconenses ANKOR, venían a ofrecernos la propuesta menos potente de la noche. Su Rock alternativo, cargado de melodías pop facilitas no terminó de convencer al público de Can Mercader, prueba de ello es que, a lo largo de su actuación la gente se iba marchando y terminaron casi con la mitad de público del que empezaron.

Su propuesta está sobrada de calidad, cosa que atestigua su crecimiento como banda y no solo a nivel local sino también internacional, son respetados  y relativamente conocidos en toda Europa.

Estuvieron tremendamente activos toda la noche, no pararon de moverse por el escenario, de saltar y de motivar a la audiencia que los estaba viendo. El momento álgido de su concierto fue, como no, la intervención de Isra Ramos (Alquimia, Amadeus) que salió a cantar un tema con ellos y su concierto fue in crescendo hasta el final aunque a la mitad del mismo modificaron algo en el sonido del micro de su cantante Jessie y dejó de oírsela con nitidez y hubo bastantes dificultades para entender las letras, de todas formas dejaron plenamente satisfechos a los que tuvieron la paciencia de apoyarlos y mantenerse saltando y cantando hasta el final.

Pese a ser el cabeza de cartel, quedaron bastante eclilpsados por las bandas que tocaron antes que ellos, sobre todo Born in Exile, así que quizás fueron los menos celebrados de la noche. Concierto impecable, con un sonido no tan bueno como merecían y digno colofón a un festival impresionante.

El resumen del festival Can Mercader 2022 solo puede ser uno: Éxito total. Un gran festival, impecablemente organizado, que tiene en cuenta en su line up todos los gustos de la audiencia metalera, donde el público se lo pasa muy bien y que, año a año, nos deja con ganas de más.

Desde aquí quiero agradecer a toda la organización del festival por el cariño que me muestran año tras año y las facilidades que me dan para desarrollar mi trabajo. Gracias a todos.