No muy conocido por estos lares John Wesley es un guitarrista emparentado con el rock progresivo, colaborador habitual de Porcupine Tree, y con una trayectoria musical desde su eclosión en Tampa Florida en los años ochenta, tiene en su haber el haber sido telonero entre otros de Marillion, dando cuenta de su calidad como músico.
En este álbum nos encontramos un sonido vanguardista que sin tirar de melodías marcianas, o de arpégios imposibles, los temas recogen ese toque progresivo/alternativo y el disco es totalmente atmosférico e interiorista, en algunos momentos de toques preciosistas conjugando el toque ecléctico que imprima la unión acústica con el deje eléctrico mas sublime.
Sin prisas, este disco se ha de disfrutar con el alma en reposo y abierto a las esencias que emanan de lñas composiciones etéreas que van surgiendo de los trastes de la guitarra del señor Wesley, acompañado por un equipo de músicos que tienen la misma visión y el mismo empuje para concatenar temas que hablan de tu a tu con tus sentimientos como bien podemos apreciar en el tema "Satellite" o en "Mary will"que te ponen la piel de gallina desde el primer estribillo, y donde podemos apreciar el fino estilo que destila el señor Wesley, también con un fino trabajo vocal, con un cierto deje arenoso, pero de factura silente, al que cuando se acompaña de los determinados coros logra enfatizar ese deje atmosférico y progresivo de ondo calado como nos presenta en el primer tema y que da titulo al disco, "Disconnect". Aunque los temas en general busquen siempre una comunión con el publico, el músico no tiene empacho de tirar de genio, y sacar temas mas recios, sin perder ese deje prog, "Any old saint" o "Gets you everytime"representan esa búsqueda, con un punto engolado en la voz, y un buen apoyo en los coros en el primer tema, jugando en los puntos centrales del tema con las lineas mas atmosféricas para llevarte de rondón al punto álgido y presumiendo de toques crujientes.
También "Once a warrior" te podría recordar a ciertos grupos de Seattle, a unos melódicos Soundgarden cruzados con Pink Floyd/ Roger Waters, lo que habla de la visión polifacética de su música, para a posteriori mecerte con un tema como "Window" que bien podría haber sido compuesto por Rod Stewart.
La arquitectura de los temas redunda en la búsqueda de el punto concreto en el que la música arrope al oyente, lo atrape y lo haga suyo, siempre con un perfilado trabajo en los riff centrales de los temas, pero sin abusar de las escalas, sublimando la técnica al sentimiento y buscando temas que predominen los sentimientos a las técnicas, cosa que es de agradecer.
Ecléctico disco para mentes abiertas y vanguardistas que gusten de pasajes íntimos y atmosféricos, o de momentos intensos y de buen hacer guitarrista.
Nota: 9/10.
